Cada prenda de vestir tiene su historia y la de la minifalda
nace del acto provocador de una mujer llena de carácter.
Mary Quant, una diseñadora de modas británica, fue la autora
de este acto atrevido que revolucionó el concepto de la feminidad y marcó una
nueva tendencia en las prendas.
Todo inició en un desfile realizado el 10 de julio de 1964
en el que Mary Quant debía presentar su colección de primavera-verano.
Sobrecogió de inmediato el tamaño de las prendas diminutas, su forma ajustada,
pero sobre todo, las partes del cuerpo expuestas a la vista del público.
Las modelos presentes exhibían sus muslos en un vaivén lánguido
y armonioso que rompía sorpresivamente con la moralidad de aquel entonces. La
minifalda hacía sus primeros pasos en medio de las miradas atentas de los más
expertos modistas y, cuando todo pudo
ser un fracaso rotundo, un escándalo destructor para Mary Quant, el resultado
final fue de los más elogiadores.
La minifalda fue aceptada desde ese momento como una de las
innovaciones más refrescantes y rompedoras en una industria acostumbrada a
normas tácitas muy rígidas. La coquetería femenina y la libre expresión
irrumpían con fuerza en un entorno altamente conservador donde la seducción y
ciertas partes del cuerpo de la mujer sólo podían adivinarse.
El ruido causado por esta primera presentación hizo la
vuelta al mundo en mucho menos de 80 días y, poco después de ese sensual
espectáculo, empezaron a surgir voces que reivindicaban la autoría del invento.
El modista francés André Courrèges sostuvo que había creado
la minifalda mucho tiempo antes del desfile de Mary Quant pero nunca consiguió
demostrarlo y, a falta de pruebas, el invento sigue siendo atribuido a la
diseñadora británica quien supo convertirlo en un fenómeno de masas.
Con ella, la minifalda se impuso como una expresión de
personalidad y rebeldía, una muestra de confianza y una reivindicación de las
libertades personales frente a la imposición de gustos y criterios colectivos.
A partir de entonces, la mujer que llevaba la minifalda podía considerarse una
persona segura de sí misma, liberada de la mirada de los otros y consciente de
su feminidad.
Preguntada acerca de las circunstancias que rodearon la
creación de la minifalda, Mary Quant comentó que el lanzamiento del vehículo
“Mini” en los años 60 le indujo a pensar en una prenda femenina “mini”, aunque
también reconoció estar aburrida con las faldas de aquella época.
En su tienda de la calle King´s Road en Londres (Gran
Bretaña), la modista vendía al principio ropa diseñada por otros diseñadores.
No obstante, al percatarse de las necesidades de los clientes jóvenes, Mary
optó por crear sus propios diseños y alejarse de una línea de productos
fatigosamente anticuada y costosa.
Así pues, la minifalda queda en la historia como el fruto de
una idea ingeniosa y valiente que pone en adelante la independencia y la
capacidad de innovación de una modista con una visión única.
Con información de panoramacultural.com.co